
EL MEJOR MANÍ SE COCINABA EN CASA
“¡Me pido la estufa!”. Era lo primero que se escuchaba en la casa de Doña Cecila cuando se terminaba de cenar. En una estufa de gas propano y con una cuchara para revolver se creaba el mejor mani confitado, no alcanzaba a estar listo cuando ya se lo habían comido, era una locura. Se empacaba en conos de papel y se vendía en el colegio con el fin de tener la famosa plata de bolsillo.
En una familia de 9 hermanos, las ganas de salir adelante son muchas, por eso, la casa de los Llano Domínguez era conocida como un hervidero de emprendimiento. En 1997 la vida de esta numerosa familia dio un giro de 360 grados, su padre el polo a tierra había muerto, Cecilia había quedado sola criando a sus nueve hijos. Nunca aflojó las riendas del hogar y logró que todos terminaran exitosamente sus carreras profesionales.
Ignacio se graduó como ingeniero industrial de la javeriana y Gustavo como abogado de la San Buenaventura. Entre los dos decidieron formalizar el negocio del maní que habían construido con sus hermanos años atrás. Con la ayuda de Alberto José Carvajal llegaron al nombre Manitoba, se inscribieron en cursos de creación de empresa en la Fundación Carvajal, dos veces a la semana asistían a clases nocturnas de finanzas, gestión administrativa, y contabilidad básica.
Con una mayor claridad en el manejo de una empresa, continuaron procesando el maní y abriendo mercado. Entraron en minimercados, tiendas y discotecas. Los locales de rumba comenzaron a comprar 10 libras semanales, abriéndole una puerta enorme a Manitoba.
Gustavo se inclinó por el lado del mercadeo, se dedicó abrir fronteras a punta de su carisma y excelente sentido del humor, mientras que Ignacio se fue por el lado de generar ideas creativas e innovadoras. Ambos son visionarios, perseverantes y con don de gente, pues lograron transformar una idea de negocio familiar en una empresa consolidada. Hoy más de 300 empleados en Colombia, agradecen a Manitoba la oportunidad de crecer trabajando.
Referentes: Libro “El Camino a la grandeza”.